viernes, 31 de octubre de 2014

Se llama aerosol, pintada o grafiti (del italiano graffiti, graffire, y éste a su vez del latín scariphare, ‘incidir con el scariphus’ —estilete o punzón, con el que los antiguos escribían sobre tablillas—[1] [2] ) a varias formas de inscripción o pintura, generalmente realizadas sobre mobiliario urbano. La Real Academia Española define «grafito» como una pintada particular, y su plural correspondiente es «grafitos», aunque esta palabra se usa específicamente para referirse a las inscripciones arqueológicas.[
Su origen se remonta a las inscripciones que han quedado en paredes desde los tiempos del Imperio romano, especialmente las que son de carácter satírico o crítico.